No debes limpiar la unidad de CD / DVD con demasiada frecuencia, puedes
limpiarla solo en caso de que sospeches algún tipo de problema, ya que el
proceso de limpieza conlleva cierto riesgo de dañar el equipo. Si es solamente
un disco es el que te causa problemas, con seguridad es el disco el que tiene el
problema; sin importar que sean varios discos los que no son leídos
correctamente por la unidad, primero deberás asegurarte que los discos estén
libres de problemas antes de intentar limpiar la unidad de CD o DVD . Sigue los
siguientes pasos para limpiar discos.
Si después de haber hecho lo anterior continúan los problemas de lectura, el
siguiente paso es utilizar un CD limpiador, pero ten cuidado con estos
limpiadores. Estos productos son diseñados para limpiar unidades lectoras de CD
de audio que giran a mucho más despacio. Procura utilizar un CD limpiador para
unidades CD-ROM
Si después de haber utilizado el CD limpiador continúan los problemas solo
resta abrir la unidad y limpiar el lente con un hisopo de algodón; es necesario
aclarar que esto puede cancelar la garantía y también conlleva riesgos para tu
unidad. De lo contrario puedes acudir al técnico para que verifique tu
equipo.
La mejor manera de prevenir es proporcionando mantenimiento preventivo a tu
computadora también será de ayuda que mantengas tu equipo lo más alejado posible
de la suciedad y el polvo. No permitas que las mascotas se acerquen demasiado a
tu ordenador; guarda tus CDs en sus estuches y procura que tanto los discos como
el ordenador estén limpios.
El disco duro es uno de los componentes de nuestra computadora (ordenador,
PC) más sensibles y por ello requiere cuidado y mantenimiento para mantenerlo
siempre funcionando como nuevo. Es recomendable que el espacio libre de un disco
duro no debe ser inferior al 10% de su capacidad total, y cuando se llega a este
límite es necesario borrar archivos innecesarios, desinstalar programas que no
se usen, comprimir archivos o en ultima instancia comprar un disco duro de mayor
capacidad.
Como en muchos aspectos, la prevención es la mejor arma para evitar
posteriormente fallos o incluso pérdida de información. Algunos de estos fallos
se muestran a continuación:
1. Poco espacio disponible (a menudo como consecuencia de archivos
innecesarios)
2. Espacio del disco asignado a dos o más archivos, conocido como
"direccionamiento cruzado de archivos"
3. Cadenas o clusters perdidos, es decir: espacio ocupado en el disco
(aparentemente) pero no asociado a ningún archivo o carpeta.
4. Copias 1 y 2 no coincidentes de la FAT, es decir dos copias idénticas de
la FAT (File Allocation Table) que se mantienen en el disco duro como medida de
seguridad pero que se detecta que no coinciden, lo que provoca que se emita un
mensaje de alarma.
5. Sectores alterados o dañados:
a) Sector de arranque alterado o dañado (por virus, cortes de energía
abruptos, descargas eléctricas, por la edad del disco).
b) Sectores físicamente dañados (por ejemplo por envejecimiento, exceso de
humedad, calor, etc., uso abusivo prolongado, fallo súbito de energía,
golpes).
6. Alto porcentaje de fragmentación, esto se puede corregir facilmente
siguiendo el articulo DESFRAGMENTAR
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que se trata de un elemento de
alta precisión, con unos discos internos que giran normalmente a 7.200 rpm y con
unas cabezas lectoras que se desplazan a una gran velocidad a una distancia de
los discos que se calcula en micras (una mota de polvo no cabe entre la cabeza y
en disco), pero que en ningún momento pueden tocar este, ya que entonces
ocurriría lo que se conoce como un aterrizaje de cabezales, con el consiguiente
daño tanto para el disco como para el cabezal.
Con todo esto, la primera conclusión que se saca es que no es nada
recomendable hacer movimientos bruscos del equipo si este está encendido, ya que
hay que tener en cuenta que si bien las cabezas cuando no están leyendo o
escribiendo se encuentran en una posición de reposo (en los discos muy antiguos
había que aparcar los cabezales), un golpe o movimiento brusco pueden desplazar
los cabezales, produciéndose el aterrizaje ya mencionado.
Con los discos externos debemos tener especial cuidado, ya que, aunque esté
apagado, un golpe fuerte puede dañar el disco de forma irreparable.
También debemos asegurarnos de que tenga las menores vibraciones posibles, ya
que un exceso de vibraciones en el disco duro puede llegar a dañarlo.
Otro factor muy importante es la temperatura de funcionamiento del disco. Un
disco duro suele tener una temperatura de trabajo de entre 45º y 50º, con un
tope operativo de sobre 60º. Unas temperaturas superiores a estas pueden causar
un mal funcionamiento y, a la larga, provocar una avería. Es muy conveniente,
sobre todo si nuestros programas o hábitos de uso del ordenador implican unos
accesos al disco constantes y grandes, que le pongamos algún medio de
refrigeración extra. Hay en el mercado disipadores diseñados especialmente para
los discos duros que no son caros y van muy bien.
También es conveniente limpiarlo a menudo. Recordad que el polvo hace de
aislante e impide una buena refrigeración.
Fundamental es que los voltajes que recibe sean los correctos (recibe tanto
12v como 5v), por lo que una buena fuente de alimentación y un estabilizador son
dos cosas muy importantes para la salud de nuestro disco duro, aunque esto es
común para todo el ordenador.
Una bueno forma es hacer un buen mantenimiento de éste de forma periódica,
procurando que la información de se encuentre lo menos fragmentada que sea
posible. Con ellos no es que las cabezas vayan a efectuar menos operaciones de
lectura/escritura (que van a hacer las mismas), sino que los desplazamientos de
las cabezas van a ser menos bruscos y menos amplios. Esto va a afectar sobre
todo al rendimiento del disco duro y de paso también en su conservación, ya que
movimientos menos bruscos y amplios significa también generar menos
temperatura.
Por último, vamos a ver cuales son los grandes enemigos de nuestro disco
duro:
- Golpes y movimientos bruscos.
Esto es muy malo con los discos en movimiento, pero también lo es con los
discos parados, incluso desconectados.
- Una mala alimentación.
Una mala alimentación y cortes o sobrecargas eléctricas pueden incluso dejar
nuestro disco totalmente inutilizado.
- Una mala refrigeración.
Un trabajo constante por encima de su temperatura media de funcionamiento
termina por bajar su rendimiento y por estropear físicamente el disco duro.
- Una fuente magnética muy intensa.
Una fuente magnética muy intensa no sólo nos puede borrar los datos, sino que
puede dañar de forma irrecuperable los discos internos de nuestro disco duro.
Evidentemente un disco duro está bastante bien protegido, pero cuando lo
tengamos desinstalado debemos tener mucho cuidado y mirar muy bien donde lo
colocamos.